martes, 10 de marzo de 2015

Croquetas



Las croquetas caseras son fáciles de hacer, están muy buenas, y si las congelamos, nos sacan de más de un apuro algún día que no tengamos segundo plato, o para una cena. Nunca compro croquetas precocinadas, porque son tan diferentes a las caseras, que la verdad, no me gustan. Lo que más pereza me da es moldearlas, pero es un ratito, y salen bastantes, merece la pena.
El relleno de las croquetas admite cualquier cosa, carne, pescado, marisco, quesos, verduras. Éstas son de carne que tenía del caldo que preparé para la sopa de boda y jamón picado, pero ya os digo, las podéis hacer de lo que queráis, setas, espárragos, queso de cabra, bogavante...
A veces las hago en Thermomix, con la receta básica que viene en el libro de la TM31, lo único que modifico es el tiempo de la harina, no recuerdo ahora cuanto viene en la receta, creo que un minuto, yo le pongo 7, porque la harina ha de tostarse, si no, sabe a cruda.
En ésta ocasión las he hecho en sartén, vamos al lío.
Los ingredientes son aceite de oliva, mantequilla, cebolla, carne de pollo y ternera del caldo, jamón, harina, leche, sal, pimienta negra y nuez moscada. Como veis no os pongo cantidades, porque, excepto en la repostería, que sí hay que respetar las cantidades, yo cocino a ojo. Lo siento para los que queréis recetas paso a paso, si necesitáis las cantidades exactas, seguro que en algún otro sitio podréis encontrarlas, yo os enseño cómo hacerlas.
Ponemos en la sartén el aceite y la mantequilla, y pochamos la cebolla picada muy finita.


Añadimos el relleno, en mi caso la carne y el jamón y mezclamos un poco. Como éste relleno ya estaba cocinado, sólo habrá que mezclar, en caso de que uséis un relleno que esté crudo, deberéis esperar a que se cocine antes del siguiente paso.
Seguidamente añadimos la harina, unas 6 cucharadas soperas darán para aproximadamente 30 croquetas, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Integramos bien y tostamos la harina durante unos 5 minutos.




Añadimos la leche y removemos hasta que esté bien integrada la harina.



Y ahora a seguir moviendo, a fuego medio, para que la masa cueza. Tardará unos 20 minutos en estar lista, si veis que va quedando muy espesa, podéis añadir más leche, si después de cocer suficiente sigue muy líquida, habéis puesto demasiada leche, para solucionarlo tostad un poco de harina en otra sartén y añadidla. Esto es más complicado, porque pueden quedar grumos, así que es preferible ir poniendo leche en pequeñas cantidades y añadir más si vemos que está demasiado espesa la masa. La textura que debe quedar es la siguiente


Pasamos la masa a una fuente y cubrimos con papel film, para que no le salga costra mientras enfría. Yo la guardo en el frigorífico y moldeo las croquetas al día siguiente.


Mi madre, para ahorrar tiempo al moldearlas, cuando la masa ha enfriado un poco le añade un huevo y mezcla, y luego sólo las pasa por pan rallado, dice que harina ya llevan bastante, jeje. Yo, la verdad, soy más tradicional, y las paso por harina, huevo y pan rallado.

Con un cuchillo hago una cuadrícula en la masa, y esa es la cantidad que utilizo para cada croqueta, así me quedan todas más o menos del mismo tamaño.


Después, con dos cucharas voy tomando las porciones de masa y moldeándolas, cogiendo las cucharas como se ve en la foto. Si veis que así os resulta muy difícil, moldead desde el principio con las manos, pero en este caso, la masa tendrá que estar más espesa de lo que a mi me gusta, y esto, luego en la textura final de la croqueta se notará, haciendo que quede menos cremosa.


Pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, ayudándonos de un tenedor para pasar las croquetas de uno a otro. Al final, cuando ya estén cubiertas de pan, que serán más manejables, con las manos, terminamos de darles forma, para que queden bien formadas.





Yo las voy poniendo en platos, sin amontonar, y estos platos los entro en el congelador, cuando las croquetas están congeladas, normalmente las dejo una noche, las despego del plato y las entro en bolsas de congelación. De esta forma, cuando queremos croquetas, sólo hay que sacar las que necesites y freír en abundante aceite, sin necesidad de descongelar.


Para que al freírlas queden perfectas y no se abran ni queden crudas, recordad, por un lado, el tamaño, no las hagáis excesivamente grandes, porque se quedarán crudas por dentro. Por otro, freír en pequeñas tandas, y con el aceite bien caliente que las cubra por completo. Entre tanda y tanda, esperad a que el aceite recupere la temperatura.



Animaos a hacer croquetas caseras, ¡os encantarán!

Un abrazo,
Paloma





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