Tenía carne picada para hacer albóndigas, pero también un poco de pereza para moldearlas, así que hice este experimento, he de decir que ha sido rápido, fácil y rico, así que repetiré.
Los ingredientes son:
1/2 kg de carne picada
1 huevo
2 ajos
Sal
Perejil, pimienta negra, comino,... (las especias que os gusten para aliñar la carne)
2 cucharadas de pan rallado
Puré de patatas con queso, y la leche y mantequilla necesarias para hacerlo (si no lo tenéis así podéis cambiarlo por puré de patatas normal y lonchas de queso).
Bechamel y queso para gratinar (este ingrediente fue de última hora, por eso no está en la foto, es lo que tiene improvisar recetas, que las modificas sobre la marcha).
Lo primero que hacemos es aliñar la carne con los ajos machados con sal y las especias. Añadimos el huevo y el pan rallado y mezclamos bien.
Preparamos el puré como viene en las instrucciones, con algo menos de líquido, pues es mejor que quede consistente.
Para montar el pastel colocamos un trozo grande de papel film sobre la encimera, y ponemos la carne picada encima formando un rectángulo. Encima colocamos el puré de patatas y extendemos. Si vuestro puré no llevaba queso, podéis hacer dos cosas, o colocar las lonchas sobre el puré o integrarlas en el puré antes de ponerlo en el pastel.
Yo lo cociné en el microondas, así que no le quité el film, pero si decidís cocinarlo en el horno convencional, habría que quitárselo. Como os digo, lo puse en una fuente de pirex, sin quitar el film y lo cociné al 70% de potencia durante 15 minutos. La verdad es que hubiese estado listo con menos tiempo, porque los bordes se me resecaron un poco, pero tenía miedo de que la carne se quedase cruda por dentro. El tiempo y la potencia tendréis que controlarlo vosotros, en función de vuestros microondas.
Una vez terminado me pareció que iba a estar seco al comer, así que hice una bechamel, retiré el film (muy importante, jeje) y cubrí con ella el pastel, le puse queso por encima y gratiné.
El resultado es un pastel muy sabroso, como veis muy sencillito, pero con el que quedaréis muy bien. Si lo queréis hacer para llevarlo fuera de casa, podéis sustituir la bechamel por alguna salsa que os guste, de tomate, tártara, mayonesa..., de forma que será fácil de servir (en rodajas) sin necesidad de calentar. Probablemente sólo, sin salsa, también estará rico, pero seguramente seco.
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