miércoles, 29 de abril de 2015

Fresas cubiertas de chocolate


El fin de semana fue la romería de mi pueblo, a mi me tocaron los postres, y no quería llevar nada tipo mousse, tartas cremosas o similares, pues no me parecen postres cómodos para un día de campo. Tampoco quería llevar pasteles o bizcochos porque eso lo veo más para el café que para el postre. Así que pensé en estas fresas con chocolate, dulce, no muy pesado y fáciles de hacer y comer. No hice fotos del paso a paso, pero os lo explico y veréis que es muy fácil.
Los ingredientes son fresas, chocolate para postres (negro y blanco) y topings (fideos de colores, de chocolate, almendra crocante y bolitas de azúcar).
También necesitaremos palos de brochetas y un corcho para pinchar las fresas mientras el chocolate se endurece.
Lo primero que haremos es lavar y secar muy bien las fresas, pues si quedan húmedas el chocolate no se pegará bien. Les dejamos los rabos, pues aparte de quedar mejor, nos ayudarán a coger las fresas para comerlas sin que se derrita el chocolate.
Pinchamos cada fresa en un palo de brocheta por la parte del rabo. Fundimos el chocolate en el microondas, poniéndolo a trozos y poniéndolo en pequeños tiempos, sacamos y removemos, así hasta que esté fundido. Para mantenerlo fundido mientras preparamos las fresas pondremos el recipiente al baño María durante la preparación. Mojamos cada fresa en el chocolate, hasta un poco por debajo del rabo, sacudimos el chocolate sobrante y espolvoreamos la punta mientras aún está fundido con el toping elegido. Pinchamos sobre un corcho para que no se estropee. Haremos esto para cada tipo de chocolate. Cuando el chocolate esté duro (el blanco tarda más), quitamos la fresa de la brocheta y guardamos en un recipiente con papel de cocina debajo, para absorber el agua que puedan soltar las fresas. Mantenerlas en frío hasta el consumo, si las lleváis al campo, como yo, hacedlo en una nevera con frío.



Es un postre como os digo muy rico, pero no podéis hacerlo con mucho tiempo de antelación, pues las fresas sudan y se separan del chocolate, hacedlas el mismo día o la tarde antes.
Espero que os guste,
Paloma

Cecofry compact


Hola, como ya os dije, soy muy de cacharros en la cocina, y me encantan las maquinitas. Así que tenía pendiente la compra de una freidora dietética desde que la actifry murió.
Pues eso, que antes tenía una actifry, pero me ha durado 3 años, tras los cuales dejó de calentar. Mi marido la destripó y vio la pieza estropeada, que resulta que cuesta más de 50€, así que decidí no comprarla, porque además, la tapadera ya estaba rota, con lo cual en breve me hubiese tocado sustituirla también, al igual que la pala. Vamos, que entre unas cosas y otras, más los gastos de envío, me iba a los 100€, y no me apetece invertir ese dinero en una máquina vieja. La verdad es que he quedado muy desencantada con la Actifry, porque para lo cara que es, a mi me costó 150€ en una oferta de El Corte Inglés, es más bien mala. Las partes plásticas se estropean enseguida y se parten, y la máquina en sí se estropeó en dos ocasiones, la primera sí conseguimos arreglarla, esta segunda no me ha dado la gana. Y no sólo me ha pasado a mi, a dos amigas también. O sea, que tenía claro que me compraba otra, pero Actifry no.
Llevaba un tiempo mirando opiniones por internet, pero ninguna terminaba de convencerme, o eran muy armatostes, o caras, o feas, o todo a la vez. En Amazon vi una roja muy chula, no recuerdo la marca, pero estaba agotada.
Y en esas estaba, un poco con la búsqueda de freidora sin aceite en stand by, cuando cayó en mis manos un catálogo de oferta de Hogarium.

Vamos, que por ese precio no lo dudé un instante y fui a por ella. De momento la he usado poco, porque la compré hace dos días, y, aunque sorprendentemente no he hecho patatas, que es lo primero que se hace con estas freidoras, jeje, en general, me gusta. Lo que más me ha gustado es que el cabezal (que es la fuente de calor) se puede usar sobre la olla GM, como la tapa horno. Ayer hice un bizcocho en la olla y la usé, y estoy encantada, se acabó dejar las tortillas y bizcochos crudos por una cara. Sólo por esto ya ha merecido la pena la compra.
Os cuento las ventajas e inconvenientes que le he encontrado.

Ventajas:
- es pequeña pero tiene 5 litros de capacidad. No nos ocupa mucho espacio en la cocina pero hace capacidad.
- la temperatura es regulable, desde 50 a 250°C.
- no tiene piezas plásticas en contacto con el calor, lo que entiendo que le dará resistencia.
- el cabezal sirve de tapa horno para la olla GM

- el recipiente cerámico es fácil de limpiar y no tiene ranuras ni huecos donde se acumule la suciedad.
- el cabezal tiene un sistema de seguridad para que no caliente cuando se destapa.
- el precio. No encontrareis ninguna otra tan barata.

Inconvenientes:
- el cestillo no puede lavarse en el lavavajillas.
- la cubeta se calienta mucho y no tiene asas que no se calienten, lo que hace un poquito difícil la manipulación.
- no tiene sistema para mover los alimentos, para algunos eso está bien, pues no los destroza, pero para otros, hay que andar removiendo manualmente cada cierto tiempo.
- el cabezal es difícil de apoyar cuando está caliente. Tiene un soporte especial, pero lo venden aparte, junto con una tapadera para la cubeta y un soporte para la misma, todo cuesta 17€ con los gastos de envío.
- la cubeta es entera de cerámica, si se rompe te quedas sin freidora.


En fin, que de momento pinta bien, espero sacarle partido, ya os pondré recetas.
Ciao!!

jueves, 23 de abril de 2015

Pollo frito al Kentucky


El pollo no me gusta mucho, me parece seco e insípido, así que nunca sé cómo cocinarlo de manera que quede sabroso y jugoso. Ésta es una de esas formas, es rápido, fácil y muy rico, la pega, que es frito, por tanto tampoco abusaremos de esta forma de cocinarlo. Pero decididamente es una receta para tener en cuenta, se puede llevar fuera, y a los niños les gusta, y es más sano que los nuggets.

Necesitaremos:
Pollo troceado (yo lo hago con pechuga, pero se puede hacer con cualquier parte)
Zumo de 4 limones
Sal, pimienta, orégano.
Harina, huevo y pan rallado para empanar.
Aceite de oliva suave para freir.

Lo primero que hacemos aliñar el pollo con la sal, la pimienta y el orégano (sed generosos) y macerar con el zumo de limón, lo tendremos así un mínimo de 2 horas, a veces lo dejo toda la noche. Veréis cómo el pollo se blanquea con el zumo.
Pasado el tiempo, empanamos el pollo (harina, huevo batido y pan) y freímos en abundante aceite caliente. 



Si los trozos son muy grandes, bajad el fuego, para que el pollo se haga bien por dentro. También podéis congelarlos una vez empanados, del mismo modo que congelábamos las croquetas, primero en un plato, y luego a una bolsa, y así podéis tenerlo listo cuando queráis, de forma rápida, con una ensalada, o con el cous cous del post anterior. Podéis freírlos directamente, sin descongelarlos antes, pero recordad que tendréis que cocinarlos más tiempo, para que no se queden crudos por dentro.

Probadlo, os va a sorprender, a pesar de estar frito, por el limón queda muy jugoso, y con un sabor muy rico.

Un abrazo,
Paloma

Cataplana


La cataplana es un plato típico portugués, de la zona del Algarve. Siempre que vamos, y es uno de nuestros sitios favoritos para pasar las vacaciones, pedimos una. Es un guiso de pescado y marisco (aunque también los hay de carne, pero yo no lo he probado) cocinado en el utensilio que le da nombre al plato, la cataplana, algo así como la olla a presión portuguesa. Al parecer es de origen árabe, e inicialmente eran de cobre. Hoy en día también podemos encontrarlas de cobre, pero sólo la parte exterior, por dentro serán de acero o teflón. Consiste en dos cuerpos semiesféricos, uno de ellos con base, para poder apoyarlo, que se cierran por unos clips y hacen que los alimentos se cocinen en al vapor sin perder jugos. Se cocina y se sirve en la cataplana.



Pues como os contaba, es un plato que nos gusta enormemente, a mi, en general, me apasiona la cocina portuguesa, y la cultura, el idioma, la música,... jeje, mi marido dice que yo tenía que haber sido portuguesa. En fin, siguiendo con la cataplana, os decía que nos gusta mucho, la de la foto de la cabecera de este post es la última que comimos en un restaurante portugués, pero nunca la había hecho porque no tenía cataplana, y aunque supongo que se podrá hacer en cualquier olla, igual no debe quedar, es como hacer paella en otro sitio que no sea una paella. Así que hace mucho que quería comprar una, y eso que ya casi no me caben chismes en casa, pero las que había visto por internet me resultaban caras, más de 100€, con lo que no terminaba de decidirme. Pero esta Semana Santa, en un Continente en Albufeira vi una de 30 cm de diámetro (la de la foto), apta para todo tipo de fuegos, por 28€, así que imaginad la cara de felicidad que puse al verla. Una vez de vuelta a casa estaba deseando estrenarla, el resultado ha sido muy bueno, al final del post tenéis mi versión (a pesar de algún olvido que luego os cuento), vamos, que la cataplana se va a convertir en una receta habitual en mi casa.
Si queréis hacer este plato en cataplana pero Portugal os pilla lejos, mirad a ver si la encontráis en algún sitio donde vendan menaje, yo creo que igual en El Corte Inglés las hay, si no, podéis mirar por internet, poned en el buscador "comprar cataplana" y hay varias páginas, eso sí, caritas, eh. Si el plato os parece digno de probar aunque no tengáis cataplana, probad en una olla, malo no puede estar.
A parte de la cataplana necesitaremos:
Aceite de oliva virgen extra
Cebolla
Pimiento rojo
Pimiento verde
Ajos
Tomates maduros (o tomate de lata, entero)
Un pescado fresco blanco, tipo corvina, perca, lubina..., mejor salvaje que de piscifactoría
Cazón, tintorera o similar
Langostinos
Patas de buey de mar o centollo
Almejas (estas ni en la foto las veréis, es el olvido al que me refería, en el frigo las quedé, ¡qué cabeza la mía!)
Patatas cocidas
Brandy
Cilantro fresco
Perejil fresco
Laurel
Cayena
Sal


Pondremos las almejas en remojo con agua salada para que suelten la arena (luego os digo en qué momento se añaden, de haberlas puesto ;)).
En la cataplana pondremos los pimientos a tiras, la cebolla en juliana, un par de ajos laminados y una cayena, vamos cocinando a fuego medio.



Después añadimos el tomate pelado, sin pepitas, cortado a cuadritos, y seguimos cocinando. Ponemos unas hojas de cilantro y de perejil e introducimos en la cataplana el pescado y los langostinos. La próxima vez los langostinos los añadiré más adelante, pues quedaron muy cocinados para mi gusto.





Si las patas de buey de mar son crudas, añadidlas ahora, con unos golpes en las mismas, para romper las pinzas. En mi caso eran cocidas, así que las añadí casi al final, sólo para darle gusto al guiso, eso sí, del golpe no se libraron, jeje. Añadimos sal, regamos con brandy y un poquito de agua, poca, porque ya he explicado que la forma de la cataplana hace que los alimentos se cocinen al vapor sin perder sus jugos. Cerramos y cocinamos a fuego medio durante 15 minutos.



Por último añadimos las patatas cocidas y peladas, yo usé las de las bolsas que vienen para hacer al vapor en 7 minutos al microondas, pero podéis cocerlas vosotros, no las uséis crudas, pues están tan poco tiempo en la cataplana que quedarían crudas. También añadimos las patas si son cocidas y aún no las habíamos puesto, las almejas (yo no, ya sabéis), cilantro y perejil fresco picado. Removemos todo, cerramos la cataplana y ya con el fuego apagado pero sin apartar del fuego dejamos reposar 5 min.



Lista para comer. Acompañadla de arroz blanco, que mezclado con el caldito del guiso está muy rico. Un poquito de vino portugués y a disfrutar.


Un abrazo, 
Paloma

Actualización (9/5/15):
Hoy he hecho otra catalana, con un par de mejoras, los langostinos los he pelado, y las cabezas las he sofrito en el aceite antes de empezar el plato, después las he retirado, y en ese aceite he comenzado a cocinar. También he añadido un bote pequeño de tomate triturado junto con el pescado, y no he añadido más agua, con los jugos del pescado ha sido suficiente. Ah, y esta vez no he olvidado las almejas. 😜
El resultado de hoy ha sido este:

lunes, 13 de abril de 2015

Cous cous con verduras


El cous cous es sémola de trigo. Es un producto muy consumido en la cocina árabe, y que nosotros no solemos utilizar. Sin embargo es un tipo de "pasta" muy suave y versátil, ya que puede utilizarse en caliente, salteado con verduras, o frío, en ensalada, y sirve tanto como acompañamiento, como primer plato, como para una cena.

Para preparar el couscous con verduras necesitaremos:
Cous cous
verduras al gusto (yo le pongo calabacín, zanahoria, champiñones, cebolla y ajo)
Aceite de oliva, mantequilla, agua, pimienta negra y sal.


Lo primero que haremos es cortar las verduras a cuadritos. Luego, en una sartén (yo siempre uso el wok) ponemos un poco de aceite, y vamos salteando las mismas, añadiendo primero las que necesitan más cocción. A mi me gusta que la verdura quede algo durita, pero si os gusta más pocha, tenedla más tiempo.






Mientras la verdura se cocina, preparamos el cous cous. Las cantidades son partes iguales de agua que de cous cous, para cuatro personas dos vasos es suficiente. Ponemos el agua a hervir con un poco de aceite, y cuando ya esté, apartamos del fuego, añadimos el cous cous y removemos. Añadimos una cucharada de mantequilla y volvemos a remover. En las instrucciones pone que se ponga un poco más a fuego bajo, como nosotros lo añadiremos a las verduras en la sartén, no hace falta.




Por último añadimos el cous cous a las verduras, integramos todo bien, salpimentamos a gusto y listo.

Espero que os guste.
Un abrazo,
Paloma



lunes, 6 de abril de 2015

Paella


A los muy puristas igual no les gusta mi paella, pero creo, humildemente, que se ajusta bien a las directrices valencianas, para empezar, no le pongo cebolla, pues al parecer ablanda el arroz, y este plato precisa un arroz suelto y al dente. Y para seguir, siempre la hago en paella (ya sabéis, paella, no paellera, se llaman igual el plato y la "olla"). Por contra, no la pongo al fuego de leña, y seguramente me falten ingredientes típicos. Pero en casa gusta, y espero que a vosotros también. Además yo la hago de forma que no haya que pelar nada, solo comer.

Pues vamos al lío, los ingredientes son:
Gambas
Chirlas
Anillas de calamar
Pechuga de pollo
Pimiento verde
Pimiento rojo
Tomate
Ajo
Aceite 
Sal
Azafrán
Y por supuesto, arroz bomba


Lo primero que haremos es poner las almejas en remojo unas horas con agua salada, para que suelten la arena que puedan tener.
Pelamos las gambas, y hacemos un fumet con las cabezas y cáscaras de las gambas, poniéndolas en una olla con agua hasta cubrirlas, y encima, al vapor, las almejas, para que se abran, y también aporten sabor al fumet.


Cuando las almejas se abran, el fumet está listo, lo colamos y reservamos. Y sacamos el bichito de las almejas, que también reservaremos.
En la paella ponemos aceite y cuando esté caliente añadimos los pimientos a cuadritos y los ajos picados.


Después de pocharse un poco, añadimos los tomates pelados, sin pepitas y cortados a dados. Pochamos a fuego medio.


Seguidamente añadimos el pollo, removemos, y los calamares, y cocinamos unos minutos.


Ahora es el momento de añadir el arroz, dos puñados por persona y uno más, removemos un poco para que coja sabor y mojamos con el fumet, que cubra todo. El caldo ha de estar caliente, para que no baje la temperatura y estropee la coccion del arroz. Yo no utilizo las proporciones (dos medidas de líquido por una de arroz), porque como os digo, el arroz lo mido a puñados, y así no puedo coger el caldo, así que a veces, tengo que añadir más agua si aún no está y se va secando. Si vosotros también tenéis que hacerlo, recordad, que el agua esté caliente. Añadimos la sal y el azafrán, movemos un poco, y ya no se vuelve a mover el arroz.


Cocemos a fuego medio durante 20 minutos y si hay que mover se mueve la paella, no metemos la cuchara. Terminado el tiempo añadimos los cuerpos de las gambas y los bichitos de las almejas, y dejamos reposar tapando con un paño durante 5 minutos, con esto es suficiente para que las gambas se cocinen.

Servimos y a disfrutar.
Un abrazo